Progenie molecular realiza la prueba de detección del coronavirus SARS-CoV-2 (COVID-19) mediante la técnica de PCR a tiempo real..
Las pruebas de detección de coronavirus SARS-CoV-2 deben realizarse siguiendo las indicaciones de las autoridades sanitarias.
- Plan de prevención
- Plan de contingencia de la infección
- Mantenimento de la actividad asistencial
- Diagnóstico temprano en pacientes con edad avanzada
- Clasificación de los residentes según los datos clínicos
- Mantenimiento de los servicios públicos (policía, etc)
- Vigilancia de la salud de los empleados públicos
- Minimizar el impacto de la crisis sanitaria en la sociedad
- Evitar las bajas laborales
- Anticiparse a posibles responsabilidades de la administración
- Plan de prevención y vigilancia de la salud
- Cuidado de la salud de los trabajadores y clientes
- Evitar las bajas laborales
- Continuidad de la actividad empresarial
- Anticiparse a posibles responsabilidades empresariales.
- Pruebas diagnósticas incluidas en el proceso asistencial
- Pruebas pre-operatorias
- Asistencia segura a partos
- Vigilancia de la salud de los sanitarios
- Continuidad de la actividad asistencial
Proporcionamos el material para la toma de muestras (torundas o escobillones), y nos encargamos de su recogida en contenedores especiales.
Las muestras clínicas se entregan en menos de 24 horas desde cualquier destino nacional (excepto islas). Tan pronto como las muestras son entregadas, nuestro laboratorio confirma el buen estado de las mismas, las pruebas solicitadas, así como otros datos preanalíticos.
Los resultados se entregan en un plazo de 24 horas. Los informes están disponibles en una area privada de nuestros servidores. Nuestro sistema le notificará que puede acceder a sus informes de forma absolutamente confidencial. No obstante, si lo prefiere se los enviaremos por correo electrónico protegido con contraseña.
Realizamos presupuestos ajustados en función del número de muestras, con el objetivo de que los tests de detección de coronavirus estén al alcance de la mayoría de las personas, empresas, organismos públicos, hospitales y laboratorios.
Las personas mayores son las que padecen las formas más graves de la enfermedad y las que comportan mayor riesgo vital. Suelen presentar síntomas particulares, tales como malestar general, febrícula, decaimiento, anorexia, trastornos gastrointestinales y empeoramiento de su estado cognitivo, en comparación con la sintomatología típica de enfermos más jóvenes: fiebre, tos seca y mialgias.
Aparte de una mayor predisposición a manifestar la enfermedad, las personas mayores suelen presentan otras enfermedades crónicas que empeoran el pronóstico de la infección por coronavirus, Debido a esta sintomatología diferencial, los cuidadores deben prestar atención a estos mínimos cambios, con el objetivo de realizar un diagnóstico precoz.
Las residencias son los lugares más castigados por la crisis sanitaria generada por este coronavirus. En estos establecimientos, las personas mayores comparten espacios y equipamientos. Son atendidos por personal que está en contacto continuo con muchos de ellos, y puede actuar involuntariamente como vector de transmisión. Es importante tener protocolos de actuación que eviten en los posible la infección dentro de los establecimientos.
Aparte de las medidas preventivas, todas las residencias deberían tener un plan de contingencia de esta enfermedad, establecido con criterios médicos y de acuerdo con las autoridades sanitarias. Éste debe tener en cuenta aspectos como la clasificación y ubicación de los residentes, el tratamiento a los enfermos, el manejo de los portadores asintomáticos, tanto residentes como empleados, la utilización correcta de los equipos de protección individual (EPIs), etc.
La realización de tests tanto a internos como a trabajadores permite establecer una "foto de partida" de la situación en la residencia, y a partir de ahí tomar decisiones individualizadas para cada residente o trabajador. Posteriormente, deben realizarse tests periódicos, dirigidos al personal y residentes expuestos.
Algunos de los individuos con resultado negativo en los primeros tests, pueden dar positivo en tests posteriores y viceversa. Esto es debido a la existencia de períodos ventana, a la dinámica de la infección (todavía desconocida) y a la propia variabilidad que supone la toma de la muestra. También se han descrito casos de resultados positivos y negativos consecutivos, que evidencian la dificultad para el diagnóstico de esta infección, y la necesidad de realizar tests de forma continuada.
La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA) ha publicado recientemente unas recomendaciones para garantizar la salud y la seguridad de los trabajadores cuando vuelvan al lugar de trabajo como consecuencia de la crisis sanitaria por SARS-CoV-2 (COVID-19). El objetivo es minimizar la exposición al coronavirus en el entorno laboral, actualizar la evaluación de los riesgos, ayudar a gestionar a los trabajadores que han estado enfermos y dar consejos prácticos al personal. Se considera prioritario garantizar que los trabajadores puedan regresar al lugar de trabajo en un entorno seguro y saludable.
Cuidar la salud de sus trabajadores es una obligación de todas las empresas, tal y como está recogido en el ordenamiento jurídico español. La vigilancia de la salud es un elemento clave para el bienestar de los trabajadores y sus familias. Por el contrario, cuando las enfermedades se extienden en el entorno laboral, pueden generar un gran sufrimiento personal, familiar y colectivo. Desde el punto de vista empresarial, es imprescindible disponer de una plantilla con buena salud para el buen funcionamiento de la organización. Las enfermedades y las bajas que éstas comportan pueden llegar a comprometer el futuro de la compañía.
La infección por SARS-CoV-2 puede provocar una enfermedad cuyo curso clínico puede variar desde una patología con riesgo de compromiso vital hasta formas asintomáticas. Las formas intermedias suelen comportar bajas laborales de varias semanas de duración, Dada la alta infectividad de este virus, es aconsejable realizar cribados períodicos de la plantilla, y especialmente antes de la incorporación después de una baja o un periodo de descanso prolongado. De esta forma se puede intentar garantizar la salud de los trabajadores y sus familias, prevenir los contagios por personal asintomático, y conseguir la continuidad de la actividad laboral.
Es indudable que los trabajadores tienen riesgo de contagio al reincorporarse a su puesto de trabajo, así como un cliente que entra en contacto con un trabajador contagiado. La cuestión fundamental es determinar qué responsabilidad tiene la empresa en estos casos.